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La pedagogía Waldorf

La pedagogía Waldorf

La pregunta sería. ¿Quién soy Yo? ¿Cuál es mi función en la vida? ¿Cuáles son mis capacidades? ¿Cuáles mis limitaciones? Dificilmente estas preguntas se las hará un niño en etapa escolar. Él lo va descubriendo por sí solo a través del juego. No siempre es tan fácil que esto suceda si existe un adulto que restringe estas acciones, ya sea por aprehensión o por que el niño tiene que cumplir ciertas normas de conducta sociales previamente establecidas.

Una de las corrientes que considera estos aspectos en el currículum y permite al niño desarrollar este cariz tan importante, como el conocerse a sí mismo es la pedagogía Waldorf, creada por el filósofo Rudolf Steiner a partir de su teoría antroposófica. Como el mismo la define: La antroposofía es un camino cognitivo que conduce el espíritu del hombre hacia el espíritu del universo...

El método de Steiner se basa en proveerle al niño con lo que necesita según su momento evolutivo y no lo que el sistema social pretende de él. Steiner creía que los períodos evolutivos del niño se podían dividir en septenios (cada siete años). El primero es el jardín de infantes, en el que al niño se lo involucra en un ámbito de juego y amor. Se le cuentan cuentos de hadas y se intenta que sus juguetes sean orgánicos y naturales; tampoco tienen formas definidas, ya que con esto se le da la posibilidad de desarrollar la imaginación. El segundo septenio es de primer a octavo grado. Aquí el grupo cuenta siempre con el mismo maestro, por lo que este llega a conocer muy bien a cada uno de los alumnos, y se crea un vínculo muy fuerte. En los grados superiores el niño pasa a ser un joven, por lo que ya no necesita a esa persona que tanto lo conocía. Por más que el grupo recibe un tutor, este no participa tan activamente como lo hacía el maestro de primaria. En esta pedagogía se hace mucho enfasis en el juego; el cual se lo dividía en diferentes etapas las cuales llevan un orden coherente para incentivar la tolerancia de la cual se han derivado muchas investigaciones: juegos de presentación, conocimiento, afirmación, confianza, comunicación y cooperación.

Para entender un poco más a fondo este modelo hay que considerar los siguientes conceptos:

  • Existe una entidad espiritual en todo ser humano.
  • También el mundo visible a nuestro alrededor contiene algo que actúa en forma invisible. Esto es lo que hay que descubrir y explorar.
  • La Antroposofia no es un sistema de creencias; sino la incitación a transitar un camino de cognición que es al mismo tiempo un camino de autodesarrollo, un camino que activa la propia fuerza espiritual en el ser humano.

 

 

 

Nos vemos pronto.

3 comentarios

Gerardo -

Gracias Juan Carlos por tu aclaración.

Juan Carlos -

El artículo antes citado, no me pertenece, como podría parecer.
Me permití sacarlo del siguiente enlace: http://www.waldorf.com.mx/fases.html

En la red, hay mucha información para quien esté interesado en la Pedagogía Waldorf

Juan Carlos -

Tenemos a nuestros hijos Martín de trece años y Celeste de ocho años en el Colegio Waldorf San Francisco de Limache,V Región Chile, desde aquel difícil pero hermoso día en que decidimos sacarlos de un Colegio marista, nuestra vida cambió totalmente, hoy vemos crecer a nuestros hijos en un ambiente de mucho amor y gratitud. Hemos aprendido a gozar el día a día con ellos, verlos como seres íntegros, creciendo con una fortaleza anímica y espiritual nos emociona y como familia nos sentimos bendecidos. Adjunto un artículo del Centro Educativo Goethe, que ulustra de que estamos hablando.

LA INFANCIA Y LA PEDAGOGÍA WALDORF

El plan de estudios Waldorf dedica especial atención a tres fases esenciales, así como a las necesidades y capacidades específicas del niño en cada una de ellas:

1.- Desde la concepción hasta los 7 años: IMITACIÓN

Todo bebé inicia el aprendizaje desde su nacimiento. Aparentemente está desvalido en su etapa más receptiva, sin embargo el ponerse en pie, la adquisición del lenguaje y la capacidad de pensar, son logros gigantescos conseguidos en un período de 3 ó 4 años; todo ello lo aprende sin haber sido enseñado. Lo logrará gracias a una combinación latente de instinto y sobre todo de imitación; el niño imita todo lo que le rodea hasta los 6 ó 7 años, no sólo los sonidos del habla y los gestos de los adultos, sino también las actitudes de sus padres y amigos.
En esta etapa la percepción del mundo deriva de una perfecta conjunción entre la voluntad (tocar, sentir, experimentar) y la imitación (observar-hacer).
La pedagogía Waldorf, lejos de recurrir a rígidos conceptos lógicos, invita a los pequeños a experimentar y explorar a través de sanas vivencias, no intelectuales, que fijarán verdaderamente el conocimiento. Así con apoyo de la acuarela, el modelado, tejido, dibujos, rondas y cuentos. se brindan los primeros conocimientos y las bases para su desarrollo científico-intelectual. A través de sus sentidos y de sus propios actos, el niño va adquiriendo los conocimientos, en un medio sin las presiones que hoy son tan comúnmente aceptadas.

2.- Corazón de la infancia de 7 a 14 años: IMAGINACIÓN

En esta edad tiene lugar una transición a una nueva etapa, siendo el cambio físico más importante, la pérdida de los dientes de leche. El niño adquiere una mayor disposición para el aprendizaje en sentido formal; experimenta y expresa la vida por medio de sentimientos más definidos.
A medida que evoluciona también comienza a desarrollar una aptitud para pensar consecuentemente, sin dejar a un lado que la característica esencial en el niño, sigue siendo su universo imaginativo y emotivo. Es por eso importante que se incursione en la realidad primero por medio de parábolas narraciones, más adelante con leyes naturales y finalmente en forma de fórmulas y conceptos.
Se parte de las preguntas; ¿cómo se impresiona el niño con lo que le rodea? Y ¿cómo recibe las cosas en esta etapa? Aunado al precepto de ser un periodo principalmente afectivo y lleno de una activa imaginación, la pedagogía Waldorf, busca transmitir el conocimiento mediante imágenes significativas y parábolas que el alumno escucha y comprende, para después plasmarlos a través de una actividad atistica. A su vez, se enfatiza la voluntad del niño con un amplio abanico de actividades manuales.
El niño mentalmente sano espera encontrar en su escuela emoción y belleza. El sistema Waldorf considera la memoria no como una facultad principalmente intelectual, sino más bien emotiva. Siempre se tendrá mayor retención y aprecio por aquellos conocimientos que en el momento de haber sido impartidos, estuvieron acompañados de alguna emoción, pues la memoria no retiene conceptos, estructuras mentales lógicas, etc. sino imágenes y vivencias, especialmente en esta etapa.
La autoridad en este ciclo se plantea como una autoridad amada y no impuesta, es decir la relación entre el alumno y el maestro debe ser más afectiva sin que se pierda el respeto, ya que es a través de ésta que se apreciará el mundo. El maestro Waldorf asume la responsabilidad de presentarse ante el niño como un representante de la humanidad.
En la medida en que los niños se acercan a la pubertad, sus necesidades intelectuales crecen, sin que ello signifique el abandono de una necesidad imaginativa. Valores como la verdad, belleza y bondad no son definibles intelectualmente, sino más bien adquiridos por la experiencia y los acontecimientos. Poniendo un singular interés en ello, la pedagogía Waldorf crea una sana plataforma que sustentará el nacimiento del verdadera pensamiento objetivo en la adolescencia.

3.- Hacia la edad adulta de 14 a 21 años: EL JUICIO RACIONAL

En esta fase el alumno es capaz de utilizar su mente como instrumento objetivo, el adolescente es idealista, vulnerable, sensible, y además los cambios físicos son (radicales) muy considerables.
Por primera vez la vida se torna asunto propio e interrogación individual, ahora la conciencia se enfoca hacia el pensamiento y la justificación de las relaciones afectivas. En esta etapa puede darse una inquietud por abandonar la escuela, para adentrarse de lleno en la vida. Se está supeditado a vanas intenciones e imágenes románticas. El joven se ve ante un mundo nuevo y a la vez con el sentimiento de haber sido sacado del que tenía. Así la crisis de la pubertad, se da dentro de un planteamiento totalmente existencialista ¿de dónde vengo, a dónde voy y quién soy?
La adolescencia es una etapa de cambios y situaciones encontradas que traerán un resultado final:¿bueno o malo?, dependerá de las bases sembradas con anterioridad. Surge del adolescente la necesidad de auto expresarse, pero debe haber algo qué expresar y un medio para hacerlo. Las bases artísticas facilitan el que en esta etapa, no se canalicen estos deseos de manera desordenada, por medios erróneos ó dependencias, como drogas, alcoholismo, televisión, video juegos, etc.
Dentro de la pedagogía Waldorf, durante el desarrollo escolar se insiste en fomentar no solo actividades artísticas , además de vivenciar la manera artística de recibir los conocimientos, así el individuo se encontrará con las bases educativas, los valores adecuados y las herramientas necesarias para plasmar con equilibrio y trazos dignos y firmes, la mejor obra, única e irrepetible en este gran lienzo blanco, que es la propia vida.

Juan Carlos Ponce Julio
Arquitecto