¿QUÉ NOS PASA CON LA EDUCACIÓN FÍSICA?
Acabo de regresar de Valparaíso donde participé en la IV Maratón de la ciudad puerto, fue una muy bella y dura experiencia corriendo 21K y estoy muy satisfecho porque logré bajar mi último registro de la Corrida Adidas en 10`. Hice exactamente 1:59:53.
Creo que la actividad física es clave en el desarrollo de una persona, no sólo ayuda desde el punto de vista de la salud, también forja el carácter y siento que la educación chilena al igual que con las asignaturas artísticas tiene una tremenda deuda.
A continuación copio una información escrita por Sofía Vargas que hace referencia al gran problema de la educación física chilena y lo comparto con ustedes para su reflexión.
Para muchos, recordar las clases de educación física del colegio es un martirio. Hoy los niños en muchos casos ni las recuerdan, simplemente porque no las hacen. Es lo que encontró un estudio del programa “Nutrimóvil 2008″, realizado entre más de 1.900 escolares de establecimientos municipales del sector sur de la capital. Sólo el 45% de las clases de educación física son efectivas, es decir, más de la mitad del tiempo que debería dedicarse a las clases de educación física se destina a otras actividades.
“De 10 meses de deportes que los niños debieran tener en el periodo escolar, hacen sólo cinco”, dice Fernando Concha, coordinador del programa desarrollado por la comuna de Puente Alto para mejorar la calidad de vida de los escolares. A la luz de esos resultados no es raro entonces que el 53% de la población chilena tenga sobrepeso ni que los resultados de la participación de Chile en torneos que reúnen a la elite del deporte mundial, como los Juegos Olímpicos, sean desastrosos. “No se le toma el valor que merece a las clases de educación física”, agrega Concha.
Chile tiene un bajo nivel en clases de Educación Física si se le compara con los países de la OECD: sólo el 5% de las horas del currículo se dedican a deportes, mientras que Francia destina el 11% y Alemania el 9%. Y esas escasas horas los establecimientos prefieren usarlas para otros propósitos: en el 39% de los colegios se reemplaza estas clases por actividades diversas, como paseos, retiros o atención de apoderados; en el 34% se cambia por otra asignatura, como matemáticas, lenguaje o, incluso, para preparar el Simce; en el 9% no tienen profesor; mientras que en el 8% existen problemas administrativos.
“Además de hacer pocas clases, no se hacen de la forma correcta”, cuenta Concha. El estudio analizó, además, cómo se hacían las clases y encontró que los profesores tenían serios problemas para optimizar el tiempo: si un niño no debiese estar más de dos minutos quieto, entre que termina una actividad y comienza la siguiente, los menores estudiados estaban, en promedio, siete minutos sin hacer nada.”Ni hablar de cuando llueve, ahí el deporte se olvida. Sin embargo, incluso la sala de clases es un buen lugar para realizar algún tipo de actividad física”, añade el experto.
Otro de los puntos que consideró el estudio fue la elasticidad. “La flexibilidad es clave en el desarrollo motriz del niño”, cuenta Concha. Sin embargo, los niños evaluados por el programa “Nutrimóvil 2008″, en su mayoría, no cuentan con un desarrollo apropiado para su edad.
El 36.6% de los escolares de seis años no pudo realizar actividades acordes a su desarrollo, como tocarse la punta de los pies. La situación empeora en el caso de las niñas, donde el 42% presentó un estado deficiente. En los hombres las cifras son menores, con un 29 %. Esto de debe, según el especialista, al tipo de actividad que realizan en los recreos y en las mismas clases. “Mientras los hombres juegan a la pelota, las niñas conversan o hacen actividades que requieren un desgaste menor”, añade Concha.
Nos vemos pronto.
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